Tuesday, December 02, 2008


Pablo Escobar, 15 años, terrorismo y medios

El terrorismo es en muchos casos una cuestión perceptual, el objetivo es dar un show de horror y sangre; es la máxima de la violencia mediatizada. Jesús Martin Barbero y otros autores resumen la acción política a dos marcos particulares, uno jurídico-administrativo y uno comunicacional-publicitario. En la medida en que todo empieza a existir, solo si se es mediatizado, no solo la política entra dentro de estas dinámicas. El terrorismo no tiene sentido fuera del marco político, y en este sentido no se escapa de las dinámicas mediáticas que hoy en día necesita la política.
Hoy se cumplen 15 años de la muerte de uno de los "mas grandes terroristas que tuvo Colombia", Pablo Escobar; el fin de un capitulo mas de violencia que ha tenido el país. El capo es uno de los símbolos más representativos de la forma en cómo la droga y la corrupción escalaron el conflicto en Colombia, y dejo enseñanzas aun no aprendidas, la multiplicidad de actores que han jugado a la guerra en el país, las capas de realidad que construyen como una cebolla la historia del país. Pablo nunca hubiera sido Pablo sin el terrorismo con el que se ensaño contra la población civil. Pero tampoco lo hubiera sido sin la necesaria ventilación que hicieron algunos políticos y periodistas, muertos ya hace mucho, y menos aun sin la forma en cómo el magistralmente mediatizo sus acciones.
Es por estas mismas razones que Colombia lentamente fue cayendo de nuevo en el letargo, la muerte de Escobar fue mediatizada y politizada, el fin de la violencia terrorista fue para muchos el ocaso de una época negra. El caso de Colombia no es diferente a muchos otros casos de terrorismo, las oleadas que de cuando en cuando azotan a países como la India, o todos los días como en Iraq, o casi nunca como en EUA. Del mismo modo existe un factor geográfico propio del terrorismo, tiene que ser en ciudades. En la medida en que se busca el mayor impacto, en términos mediáticos, tiene que haber víctimas y testigos, pero como pasa en Colombia, también tiene que ser en lugares y con personas que le importen al Estado.
El factor geográfico es importante en el caso Colombiano, esto porque el país siempre ha vivido la tensión Rural-Urbana típica de los países en desarrollo; Y porque en el presente que vivimos la única violencia que parece existir es esa que llaman "terrorismo. Posterior a la muerte de Pablo Escobar se vivió una aparente reducción del conflicto, las noticias ya no publicaban mas bombas en calles de las ciudades. Pero la violencia no había desaparecido, lentamente había retrocedido y copado otros territorios de la nación, y aquí es cuando empieza el verdadero capitulo de terror de Colombia.

Para nadie es un secreto que la muerte de los grandes capos de antaño lo único que produjo fue la atomización del negocio, y que después de ellos el narcotráfico se esparció como polvo por todo el país. En la medida en que los narcos se adaptaron a las nuevas condiciones se dieron cuenta la importancia del bajo perfil, esto requería no mediatizarse, exportar en mínimas cantidades y evitar la búsqueda de la hegemonía en el negocio. Pablo Escobar utilizaba el terrorismo porque quería el poder, este era su objetivo principal. En esta medida usaba el terrorismo, porque este a la larga vendía. Si se requería esconderse no había mejor lugar que las selvas del país, la espesura en donde lo único que importaba era matar guerrilleros. Y fue así como empezaron a gestarse los grupos paramilitares y los grupos de narcos que se movían con ejércitos rurales, jóvenes reclutados en poblaciones lejanas y olvidadas por el estado.
Las muertes de miles y miles de civiles en la selva generaron mas terror que cualquier cosa que hicieron los grandes capos; el país, sin saberlo, llego al límite de la violencia, violencia que de todos modos no era terrorista, es decir no era mediatizada. Es necesario recordar en este punto que el terrorismo no se caracteriza por ser una forma particular de violencia, es una forma particular de usar la violencia. La violencia rural se ensaño con la población civil por cientos de miles, millones si se tienen en cuenta las cifras de desplazados que existen en el país, fue ignorada de forma despreciable por políticos y medios, en la medida en que se buscaba era una violencia que cumpliera los requisitos para ser terrorista.
Es aún muy poco lo que sabemos de la forma en cómo se dio el dominio paramilitar en el país, y probablemente siempre será muy poco. La escalada de violencia que vivió el país desde el año 92 por parte de estas hordas es una de las historias del país invisible, sucedía en un lugar que nunca fue percibido como parte del país, y le sucedió a personas que no existían mas allá de su propia cotidianidad. Y es importante recordar que existe mucha más violencia que esa que llaman terrorismo, pero que de algún modo existe una relación simbiótica entre los medios, los estados y la violencia con estas metodologías. Aquellos que sin pestañear exterminaron poblaciones enteras no pasaran como los peores asesinos que tuvo el país, no serán recordados en su muerte, como tampoco lo serán aquellos que se escondían entre la manigua para pescar y darle una muerte digna a sus muertos. En cada rio de este país queda la sombra de alguno de ellos, pero no es una que nos vaya a servir para recordar.



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